miércoles, 28 de diciembre de 2016

Acariciando Nubes

No se si todas las personas, sienten gusto por estar en el cielo, o quizá no se animan a intentarlo, pero los que podemos hacerlo, nos sentimos privilegiados.
Quizá porque de chico, a uno le dicen que cuando muere va al cielo, pero estar entre las nubes, da una sensación muy especial, y particularmente a mi, me pone entre los límites de la vida.
Para el que le interesa, estas nubes (estratos) estaban a 800m, y no eran convectivas a estas horas de la mañana. Esto quiere decir que no son originadas por un proceso de convección (elevación térmica y condensación por descenso de presión/temperatura). Durante la tarde, si comenzaron a desarrolar altura por convección. Pero, por eso el vuelo con motor se ve tranquilo, y uno puede acariciarlas literalmente.
Siempre agradezco al Barba, cada vez que me permite hacer un vuelo y a mi querida abuela Amanda, que fué la única que me apoyo en mis comienzos, acompañandome a La Serranita en Sierra de los Padres, donde se leía un libro en el café, mientras yo dinamiqueaba en la sierra de los Difuntos (vaya paradoja).
Esta es mi vista.



La Bitacora de Vuelo 
Historias de Vuelo

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