Tras la invitación a pasar un día en familia, con pileta y asado, la bitacora de vuelo planifica llegar de manera acorde a los personajes allí reunidos.
Para eso encontramos el Mercado de Pancochi, un gran galpón con un playón orientado al viento y un lugar para dejar la camioneta y encontrar algo al regreso.
No todo era fácil, se venía una tormenta, que ya amenazaba con unos relámpagos. Pero el circo estaba montado y como dijo Duhalde en el corralito, "que sea lo que Dios quiera". (pero en este caso la cosa estaba bien vigilada).
Finalmente encontramos la quinta, con gente saludando y disfrutando de la pileta.
Unos giros para saludar!!!
Y a disfrutar el asado de Juan, el "Cuatrero de Germania" (que arrancó el fuego con alcohol).
Y una historia más, para la bitacora de vuelo.
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